Identifican 6.500 genes que se expresan diferentes según el sexo

Marcando un role crucial en la evolución
Los hombres y las mujeres difieren en formas obvias y no tan obvias, por ejemplo, en la prevalencia de ciertas enfermedades o reacciones a las drogas y se preguntan cómo se conectan en cada sexo.
Los investigadores del Instituto de Ciencias Weizmann recientemente descubrieron miles de genes que se expresan diferentes en ambos sexos. Los resultados mostraron que las mutaciones perjudiciales en estos genes particulares tienden a acumularse en frecuencias relativamente altas.
El Prof. Shmuel Pietrokovski y el Dr. Moran Gershoni del Departamento de Genética observaron de cerca alrededor de 20.000 genes codificadores de proteínas, ordenándolos por sexo y buscando las diferencias de expresión en cada tejido. Identificaron alrededor de 6.500 genes activos divididos hacia un sexo o el otro en al menos uno de esos tejidos. Por ejemplo, se encontraron genes altamente manifiestos en la piel de los hombres con respecto a la piel femenina y asociaron que estaban relacionados con el crecimiento del vello corporal. La expresión genética para la construcción de los músculos era mayor en los hombres y la acumulación de grasas mayor en las mujeres.
Los investigadores apuntan a una teoría propuesta en 1930: “En muchas especies, las hembras pueden producir únicamente un número limitado de descendientes, en tanto los machos pueden, producir muchos más, esto significaría que la supervivencia de la especie dependerá de las hembras más que de los machos”.
Aparte de los órganos sexuales, los investigadores descubrieron unos cuantos genes ligados al sexo en las glándulas mamarias, no sería sorprendente, excepto que aproximadamente la mitad de estos genes se expresaron en los hombres, dado que tienen sistemas mamarios completos pero básicamente disfuncionales.
Menos obvio son los genes expresados sólo en el ventrículo izquierdo del corazón de las mujeres. Uno de estos genes, que también está relacionado con la absorción del calcio, mostró un alto nivel en mujeres que disminuyó drásticamente con la edad, los científicos creen que son activos hasta la menopausia, protegiendo el corazón, pero llevándolas luego a enfermedades cardíacas y osteoporosis cuando esta expresión genética se apaga.
Otro gen que se expresa en las mujeres está activo en el cerebro, y a pesar de que su función exacta es desconocida, piensan que puede proteger a las neuronas del Parkinson, una enfermedad que tiene una mayor prevalencia e inicio temprano en los hombres.
“El genoma básico es casi el mismo en todos nosotros, pero se utiliza de manera diferente a través del cuerpo y entre los individuos”, expresa Gershoni. “Por lo tanto cuando se trata de diferencias entre los sexos, vemos que esta evolución a menudo funciona en el nivel de la expresión génica”.
Pietrokovski añade: “Paradójicamente, los genes ligados al sexo son aquellos en los que las mutaciones perjudiciales son más propensas a ser transmitidas, incluyendo aquellas que perjudican la fertilidad. Desde este punto de vista, hombres y mujeres se someten a diferentes presiones selectivas y, al menos en cierta medida, la evolución humana debe ser vista como una co-evolución”.
Fuente: Instituto de Ciencias Weizmann

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