Bagrut (Baccalaureat, Rumania, 2015). Dirección y guión: Cristian Mungiu. Fotografía: Tudor Vladimir Panduru. Actores: Adrian Titieni (Romeo), María-Victoria Dragus (Eliza), Kares Andrici (Marius), Lia Bugnar (Magda), Malina Manovivi (Sandra), Vlad Ivanov (jefe de policía) y otros
Lo que va sucediendo gradualmente en el film, acumulándose en su proceso cronométrico es la imagen de una realidad social y política en la Rumania actual donde se ubican dos mundos, el de los padres y el de los hijos.
La calidad artística de Mungiu se revela no solo por el guión sino por la factura cinematográfica con sus largos planos fijos que retratan con gran precisión el lugar donde ocurren los hechos como así también las relaciones entre los personajes. Hay por supuesto seguimientos con cámara móvil especialmente al personaje principal, de espaldas, al estilo de los hermanos belgas, Dardenne.
En 2007, el mundo del cine fue sorprendido e impactado por el film de Mungiu, titulado “cuatro meses, tres semanas y dos días” que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes presentando a un creador magistral poco conocido entonces que se hizo acreedor con justicia al prestigioso premio, que le abriera las puertas al cine rumano que desde entonces nos viene trayendo un cine de gran calidad.
En 2012 volvió al Festival con otro de sus filmes que ganó el premio al mejor guión además del primer premio a la actuación femenina para sus actrices.
Ahora en el Festival de este año el film presente le valió el premio compartido al mejor director.
Al comienzo del film se tira una piedra al apartamento del médico Romeo Aldea, rompiendo el vidrio de la ventana, algo tal vez simbólico ya que el móvil principal de la trama se parece al impacto de una piedra que va ampliando los círculos concéntricos que la componen, no solo en cuanto a su historia particular sino van representando el contexto general de los personajes involucrados. El doctor Romeo es médico con un alto cargo en el hospital local, habita en un urbanismo típico, feo, de los tiempos del gobierno comunista en la ciudad Cluj, con su mujer Magda y su hija Eliza, de 18 años de edad. Ella es una alumna excelente y hasta está por ganar una beca para cursar estudios académicos en la prestigiosa universidad de Cambridge. Todo lo que hace falta para ganar esa beca es pasar el último examen del bachillerato con una nota sobresaliente, algo que nadie pone en duda que podrá lograr. Pero hete aquí que un día antes del examen crucial, es atacada en pleno día, a pocos pasos de la escuela donde estudia, por un hombre, en un fallido intento de violarla, pero el suceso la deja traumatizada así como también con una fractura en el brazo derecho.
Para Romeo lo más importante es que se vaya de Rumania, no obstante, pese al incidente, ella insiste en ir al examen pero su estado físico y psíquico le impide conseguir la nota necesaria para que el promedio le permita obtener la beca.
En esta situación Romeo se hace cargo del asunto, tratando de ayudarla, lo que hace falta es cambiar la nota que tuvo.
Como es un personaje importante en la comunidad, tiene conexiones que le abren el camino al director del comité de exámenes de la escuela, por medio del jefe de policía que conoce al político que está esperando un implante de hígado y a cambio de adelantarlo en el turno de recepción de un donador, éste influye en dicho director para que haga lo que hace falta. Romeo es un médico honesto y no está dispuesto a recibir un soborno pero para su hija, hará todo lo que pueda.
Romeo y su mujer, Magda pertenecen a una generación que ha vuelto a Rumania después de la caída del régimen comunista, esperando cambiar una realidad sofocante pero la nueva realidad los ha decepcionado.
Es así que Romeo entra en un círculo de compromisos, mal que le pese, es la única manera, como dice el film con amarga ironía, la manera rumana de conseguir algo.
En su vida particular con la deprimida Magda las cosas no funcionan y se han alejado hasta casi una ruptura final. Romeo, tiene una relación con otra mujer madre de un hijo pequeño.
Sandra, bibliotecaria, es si se quiere una tradición también en el plano personal.
A Eliza le cuesta lo que está pasando entre sus padres, tiene dudas sobre la moralidad de lo que Romeo hace por ella, dudas también influidas por un novio joven, Marius, que no parece preocuparse por el hecho de que la vida en Cluj no le promete un futuro significativo, el empeño de Romeo le provoca hostilidad y rechazo.
Estamos ante una obra maestra, notable por su lucidez y su inteligencia, el talento de Mungiu crea un drama de rara intensidad, y uno no puede dejar de admirar el brillante final abierto de la última escena.