Sandra Arroyo, exmujer del fallecido fiscal argentino Alberto Nisman, acudió con las hijas de ambos a la audiencia general de su compatriota el papa Francisco en el Vaticano y aseguró que el pontífice les trasmitió «que reza siempre» por la memoria del procurador, cuya muerte sigue sin esclarecerse.
Arroyo y las pequeñas Iara y Kala, de 16 y 11 años, respectivamente, asistieron al aula Nervi del Vaticano, donde mantuvieron un breve contacto con el Papa, a quien la ex esposa del fiscal, jueza federal de profesión, le pidió que las ayude «y siga rezando para poder llegar a la verdad de esta muerte», de la que el pasado 18 de enero se cumplieron dos años.
«Este encuentro fue muy conmovedor para mis hijas y para mí. Fue muy importante. Un valor muy importante para nosotros, reparador. Estamos muy agradecidas por su bendición y él nos trasmitió que reza siempre por la memoria de Alberto Nisman y por mis hijas», expresó la magistrada en declaraciones a la radio argentina La Red.
Las tres familiares de Nisman recalaron en el Vaticano como primera parte de un viaje que les llevará ahora a Israel, donde también se organizan homenajes al procurador, de origen judío.
Del contacto con Francisco, Arroyo dijo estar «emocionada» y «agradecida», y añadió que se trata de un gesto «reparador» después del «sufrimiento» que pasaron sus hijas «fundamentalmente».
«Por la pérdida en el contexto que sabemos que ocurrió de su papá y por todo el sufrimiento posterior que tuvimos», enfatizó.
Nisman fue hallado muerto el 18 de enero de 2015 con un tiro en la cabeza, poco días después de denunciar a la entonces presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), por supuesto encubrimiento a los iraníes acusados por el ataque en a la sede de la mutual judía AMIA de Buenos Aires en 1994, en el que fueron asesinadas 85 personas y sigue impune.
El procurador acusaba a la ex jefa de Estado y otros miembros de su Gobierno de negociar con Irán, a través de la firma de un memorándum, el encubrimiento de los sospechosos, entre ellos el ex presidente iraní Alí Akbar Rafsanjani, a cambio de impulsar el comercio bilateral.
La investigación de la muerte de Nisman aún no ha podido establecer si se trató de un suicidio, un asesinato o un accidente en la manipulación del arma, aunque la familia y amigos del fiscal aseguran que se trató de un «magnicidio» motivado por el trabajo que desempeñaba.
«Creo en Dios y creo que vamos a llegar a la verdad. Hay muchas personas de bien que ahora están trabajando, investigando, que forman parte de este expediente judicial desde distintos ámbitos y están trabajando fiel a su vocación y a la constancia del expediente», aseveró la jueza.
«Y en lo que tiene que ver con la fe le pedí al papa Francisco que por favor siga rezando para ayudarnos a llegar a la verdad, sea cual fuera. Lo definitorio es el poder de la verdad», subrayó Arroyo, para remarcar que «no hay que bajar los brazos» y se debe «seguir solicitando» Justicia. EFE