Film valioso de gran Energía

29 diciembre, 2016

Henry Weich

American Honey (EE.UU., 2016). Dirección y guión: Andrea Arnold. Fotografía: Robbie Ryan. Actores: Sasha Lane (Star), Shia LaBeouf (Jake), Riley Keough (Krystal), Arielle Holmes (Pagan), Crystal Ice (ella misma), Garry Howell (Austin) y otros.

Es este el primer film de la cineasta británica en Estados Unidos, un film que actúa dentro de uno de los géneros más americanos como es el de Road Movie, film de carreteras. Es un film largo de más de dos horas y media, sin tener una base argumental que justificara una longitud de tiempo tal.
En realidad prevalece la sensación de que como podría haber sido un film más corto, de la misma manera podría haber sido más largo. Como si el tiempo de lo que ocurre y el de la visualización fuesen fluidos, la sensación de que los protagonistas se mueven todo el tiempo pero pareciera que no avanzan a ningún lado. Un film de carreteras en el medio occidente de Estados Unidos, con una trama minimalista pareciera ser un film diferente de los anteriores de la cineasta, pero no es así pese a la diferencia del lugar y de los sucesos, la estructura narrativa y el estilo tienen muchos lazos en común con aquellos.
Son lazos que tienen su fundamento en varias causas, primero porque como en aquellas películas es una mujer la que está en el centro de este y aquellos otros y pese a la gran cantidad de personajes el film se centra en ella y en los cambios por los que pasa a lo largo de la travesía, segundo, porque también el film sucede fuera de los límites natales de Arnold. Desde ese punto de vista, la película se vincula con “Fuera del agua”, la mejor película que dirigiera antes de ésta.
La protagonista del film es Star de dieciocho años de edad, en efecto está presente en todas las escenas y la actriz tiene una presencia intensa sin ninguna experiencia de actuación hasta que Arnold la descubriera, viviendo en una dura realidad de pobreza y maltrato, un encuentro fortuito con Jake produce una chispa entre ambos y él la convence de dejar a sus hermanos menores y acoplarse al grupo de jóvenes que viajan con él en una furgoneta, de tanto en tanto paran y algunos se bajan para tratar de vender revistas a los habitantes de suburbios ricos, asimismo a gente que vive en parques de estacionamiento en casas rodantes, que a duras penas tienen el sustento para vivir.
Esa empresa comercial la dirige Krystal, la que la encarna es nieta de Elvis Presley, no es mayor que los otros que trabajan para ella, es una empleadora dura, con una ironía acerba y sin rebajas. Jake le enseña a Star los gajes del oficio, donde todo es permitido con tal de vender a los clientes el abono a las revistas que a muchos no le interesa. La mayor parte de la historia describe la travesía de los personajes, sus intentos de lograr su propósito comercial y también la integración de Star al grupo, la manera de ésta de encontrar su propio modo de hacer las cosas y aprender las reglas del juego en la convivencia con los otros y justamente ella logra integrarse y formarse su propia identidad independiente.
Es interesante cómo el film retrata a los jóvenes que fueron desechados por la sociedad americana establecida, pero no tienen ningún elemento rebelde, hasta se puede decir que están metidos de lleno en el juego capitalista, que significa vender y vender con lo que esto implica, los trucos y las mentiras que en realidad les producen más satisfacción que la travesía misma. Star y los otros jóvenes no tienen ninguna posibilidad de integrarse en el estamento, todos parecen ser forasteros y no hay manera de concretizar el sueño americano.
Dentro de todo ese aparato ruidoso de entretenimiento y cumplimiento de las inflexibles reglas de Star, que le descubrirá algo a ésta hacia el final, Star sobresale por su potencia siendo una especie de foco que ilumina todo su entorno, como dicho aparece siempre, pareciera no haber diferencia entre ella y sus compañeros de ruta, pero su independencia se va formando sin caer en la facilidad de la trampa de la travesía y su esencia capitalista, reconoce que la libertad de la travesía y de la gente en realidad se resumen en un conformismo que se disfraza de libertad. Hay una fotografía generosa pero como a la pasada. También se integran muchas canciones, por ejemplo un gran hit de Rihana, agregando al aspecto alegórico de todo el concepto. El film se caracteriza por su energía cautivante y se va alimentado constantemente a lo largo del camino.

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