Falleció Simcha Rotem el último combatiente del Levantamiento del Gueto de Varsovia

23 diciembre, 2018
Rotem con miembros del movimiento juvenil Ha - No'ar ha - Oved Ve - Halomed, en la ceremonia de celebración del 70 aniversario del levantamiento del ghetto de Varsovia. Foto: Meron Derso - Meron Derso, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=25592994

Simcha Rotem (Kazik), el último combatiente del Levantamiento del Gueto de Varsovia de 1943, muere en Jerusalén a la edad de 94 años. El presidente Reuven Rivlin dijo en un comunicado, “Simcha Rotem, se unió a los rebeldes del levantamiento de Varsovia y ayudó a salvar a decenas de combatientes”, expresó Rivlin.

Rotem, que nació en Varsovia en 1924, participó activamente en los movimientos juveniles sionistas en su temprano adolescencia, tenía quince años cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y la Alemania nazi invadió Polonia. Las bombas alemanas destruyeron la casa de su familia matando a varios miembros de su familia: a su hermano y sus abuelos, Simcha y su madre resultaron heridos.

En 1942, Rotem se unió a la Organización Judía de Combate del Gueto de Varsovia, o ZOB (la Żydowska Organizacja Bojowa, que estaba comprometida con la resistencia armada contra los nazis). En abril de 1943, los nazis intentaron eliminar a los restantes residentes del Gueto, lo que llevó al estallido y a la resistencia judía, Rotem luchó codo a codo con Marek Edelman, uno de los líderes del movimiento. Trece mil personas murieron en el operativo, Simcha logró escapar con la resistencia polaca en 1944. Los insurgentes prefirieron morir luchando en lugar de ir a la cámara de gas en el campo de exterminio de Treblinka, donde los nazis ya habían enviado a más de 300.000 judíos de Varsovia.

En una ceremonia celebrada en Polonia en 2013 para conmemorar el 70 aniversario del levantamiento, en su elocución Rotem, dijo, que él y sus compañeros comenzaron el levantamiento porque si iban a morir deseaban elegir el tipo de muerte que querían. Pero también agregó “Hasta el presente sigo pensando si realmente teníamos derecho a organizar el Levantamiento y acortar la vida de algunas personas, aunque fuese en un solo día”.

“En el primer momento cuando vi a la gran fuerza alemana con 2.000 policías y SS, entrar en el gueto, mi primera reacción, y estoy seguro de que no era únicamente la mía: sentí que no éramos nada”, recordó Rotem en un testimonio en Yad Vashem. “¿Qué podríamos hacer con nuestro patético, casi inexistente armamento, cuando nos enfrentamos con la tremenda potencia de fuego alemán, con cañones, tanques ligeros y vehículos blindados y una enorme fuerza de infantería que contaba con cientos, cientos si no miles …? Me sentí indefenso”, agregó.

Miles de judíos murieron en la primera revuelta urbana contra los nazis, la mayoría de ellos quemados vivos, y el resto fueron enviados a Treblinka. Cuando los alemanes golpearon el Gueto y la defensa fracasó, Rotem fue fundamental para ayudar a los combatientes a huir a través del sistema de alcantarillado de Varsovia a los bosques fuera de la ciudad.

Después de la guerra, Rotem, se unió al grupo Nakam, que se dedicó a vengarse de los criminales de guerra nazis. El Levantamiento del Gueto de Varsovia, la mayor incidencia de resistencia judía a los nazis, se ha convertido en un símbolo monumental en la tradición judía e israelí. A diferencia del resto del mundo, que conmemora el Día de Recordación del Holocausto el 27 de enero, día de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, Israel lo hace de acuerdo con la fecha judía del levantamiento (generalmente en abril).

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