El ex rabino jefe sefardí de Israel Eliyahu Bakshi-Doron fue sentenciado a libertad condicional y se le ordenó pagar una multa de 250.000 shekels después de haber sido condenado por obtener fraudulentamente beneficios, proporcionando identificación falsa y por abuso de confianza.
El juez de distrito de Jerusalén Zvi Segal aceptó un acuerdo de amparo alcanzado entre las partes, como parte del cual el rabino renunció a sus derechos de pensión mientras que la acusación concedió su demanda para que el tribunal lo considerara culpable de torpeza moral.
Bakshi-Doron fue acusado en 2012 junto con varios otros funcionarios principales del Rabinato por emitir 1.500 certificados falsos de educación de la Torá a miembros de las fuerzas de seguridad, haciéndolos elegibles para los aumentos salariales.
El juicio de Bakshi-Doron duró más de cuatro años y los delitos que se le atribuyeron fueron cometidos hace más de 15 años, durante su mandato como principal rabino de Israel.
La acusación alega que de 1999 a 2003 se pidió al Rabino Yitzhak Ohana, Director del Departamento de Exámenes Rabínicos y Acreditación, que, directamente o a través de intermediarios, expidieran certificados a los miembros de las fuerzas de seguridad que estudiaran en varios colegios.
Los documentos fraudulentos contenían información falsa sobre el verdadero alcance de los supuestos estudios, incluidos créditos, horas estudiadas y actividades académicas pasadas y futuras.
De acuerdo con la acusación, el rabino Ohana finalmente se acercó al rabino Bakshi-Doron y pidió ayuda para tratar con la emisión de los certificados falsos. Bakshi-Doron instruyó a Ohana para emitir a los miembros de las fuerzas de seguridad certificados para la educación religiosa de alto nivel y “hacer la vista gorda” a los criterios para “cerrar el asunto”.