Avi Gabbay (en el centro) Foto: Facebook

El nuevo líder del partido Laborista, Avi Gabbay, ha dicho que no es partidario de entregar territorios por paz, ni de aliarse con el partido árabe mayoritario y que «no está seguro» de que Israel tenga interlocutor en el conflicto con los palestinos, todos ellos eslóganes de la derecha.

El laborismo y sus predecesores gobernaron Israel de modo ininterrumpido desde 1948 (año de fundación del país) hasta 1977, cuando el Likud ganó por primera vez las elecciones con Menajem Bégin a la cabeza y, desde entonces, el partido de izquierda ha pasado la mayor parte del tiempo en la oposición, cambiando de líder en los últimos quince años no menos de ocho veces.

El último es Avi Gabbay, quien le arrebató el puesto a Isaac Herzog en las primarias del partido de hace tres meses.

Avi Gabbay Foto: Facebook

Hace unos días, Gabbay dijo que la política de asentamientos es «la cara hermosa y comprometida del sionismo» en un acto conmemorativo de los 50 años de la conquista del Valle del Jordán, en el que especificó que en cualquier negociación de paz con los palestinos Israel retendría el control de esa zona.

«Ustedes, los colonos, son los pioneros de nuestras generaciones, gente que actúa frente a la adversidad, que hace florecer lo salvaje, que realiza lo imposible», añadió el nuevo líder laborista.

Sus declaraciones fueron duramente criticadas por algunos miembros de su organización y también por el partido de izquierda Meretz, que sostiene que los asentamientos son el mayor obstáculo para la paz.

Recientemente, Gabbay dijo en una entrevista al Canal 2 de la televisión que él no evacuaría los asentamientos de Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania) como parte de un acuerdo de paz con los palestinos.

Y luego aseguró que no invitaría como miembro de ninguna coalición bajo su liderazgo a la Lista [Árabe] Unificada (el único gran partido con mayoría árabe de la Knéset, el Parlamento).

«Y por extraño que suene, uno de cada cinco israelíes es árabe. El hecho numérico simple es que sin el apoyo de los miembros árabes de la Knéset ningún gobierno de izquierda puede existir», apunta Uri Avnery, el veterano activista de izquierda en su revista Gush Shalom.

«¡Porque Gabay no es de izquierda!, algo que descubro en los últimos días alucinada», dice Orit Binderman, militante del partido laborista.

«Yo voté a Amir Peretz (ex líder laborista y candidato en las primarias), pero cuando perdió pensé que tal vez Gabbay traería aire fresco. Ahora no sé si nos engañó y es de derecha o si es de nuevo del mal endémico del laborismo: esa hipocresía que les ha hecho a casi todos hacer concesiones imperdonables para atraer a la derecha mientras el resto del partido calla», reflexiona Binderman.

El estado de ánimo de esta militante se ha visto también reflejado en estos días en la prensa, donde por ejemplo un editorial del diario Yedioth Aharonot titulaba: «Con este hombre a la izquierda, votemos a la derecha».

En una columna de Haaretz se leía: «la idea de que el laborismo está dirigido por un hombre que dice ‘no lidiar con los derechos de los palestinos’ es intolerable».

Gabbay empezó siendo funcionario público, pasó después al sector privado dirigiendo con éxito una empresa de telefonía móvil, entró en la política en el partido de centro Kulanu y fue nombrado ministro de Protección del Medio Ambiente, cargo del que dimitió hace tan solo un año cuando Avigdor Liberman fue encargado del Ministerio de Defensa, arguyendo que éste llevaría a Israel al desastre.

Fue entonces cuando Gabbay ingresó en las filas de laborismo.

De origen oriental (sus padres son de Marruecos) Avi Gabbay es el séptimo de ocho hijos, «y como el Partido Laborista es considerado un grupo elitista occidental de askenazis (judíos europeos), estos atributos pasivos son importantes. Hasta cierto punto», escribe Uri Avnery.

Un programa informativo del Canal 2 de televisión informó que Gabbay pretende cambiar el nombre del partido que dirige a «algo como ‘Un Israel’ para que los votantes del Likud que quieran votar por él no sientan que votan laborista».

Si bien el laborismo al principio de su historia apoyó la política de asentamientos, en las últimas décadas su política oficial es de oposición; objeta a la ampliación de colonias, aboga por la entrega de territorios y pide reanudar de inmediato conversaciones de paz con los palestinos.

«Gabbay traiciona los principios del laborismo y no me representa, por eso voy a darme de baja del partido», afirmó Binderman.EFE y Aurora

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