Gastón Saidman
El pasado sábado 5 de mayo llegó a Chile el Presidente de la Autoridad Palestina Abu Mazen (apodo de Mahmoud Abbás), siendo esta la apertura de una serie de encuentros que el líder palestino emprenderá en otros países latinos como Cuba y Venezuela.
No nos sorprende ver estos dos últimos países representantes del socialismo del siglo 21 por llamarlo de alguna manera en la lista de visitas por parte de una representación del gobierno palestino quien hace años mantiene una notable relación diplomática tanto con Cuba como con Venezuela, país que desde el Gobierno de Chávez hizo más público su apoyo a la causa palestina.
Como sabemos también, Chile fue un duro crítico de los sistemas socialistas que existieron en Latinoamérica y su política no representa un apoyo ni a Venezuela ni a Cuba, países que por su postura fueron utilizados por la Autoridad Palestina para introducir su influencia en el campo político de Centro America, sin embargo Chile bien podría ser un aliado significante no por su régimen sino por su componente social, el cual alberga entre 500.0000 palestinos, y siendo quizás una minoría dentro del país en cuestión, es la más grande fuera del mundo árabe.
Esto no solo es el total de recientes emigrantes, esta comunidad se remonta desde los principios del siglo 20 entre los años 1900-1930, cuando una gran cantidad de jóvenes vieron en Chile un destino atractivo para escapar del servicio militar que imponía el Califato otomano de aquellas épocas.
El pasado 7 de enero del 2011, Chile reconoció al estado palestino como un estado libre y soberano, esto trajo consigo más tarde concretar algunos acuerdos bilaterales que fortaleció los lazos, hasta llegar a firmar un tratado de acuerdo cultural que intenta unir a los dos pueblos pero en especial el objetivo era poner de su lado al gobierno chileno en la lucha por la causa palestina.
El Sr. Hernán López Director ejecutivo de la Comunidad chilena en Israel, opinó lo siguiente: «Por más que Abu Mazen no sea el socio deseado, en especial después de escuchar sus nefastas opiniones sobre un tema tan delicado como el Holocausto, la pregunta que nos hacemos es si este es la clase de socio que Chile desea tener, a lo que el Sr. López aclara, que los intereses de Abbás en Chile están al margen de los dilemas que tiene líder palestino, en medio de su gobierno autoritario y su conflicto con Hamás. Aquí estamos hablando de otros acuerdos que hay que tener en cuenta, por ejemplo, el establecimiento del banco de Palestina, el cual crea una herramienta de nuevas inversiones mutuas.
Frente a esto, queremos creer que las mismas serán utilizadas para el desarrollo de infraestructura en Gaza, ciudad la cual Abu Mazen desea de alguna manera tener el control, es por eso que pedimos al gobierno chileno que tenga un control sobre estas inversiones ya que podrían llegar a las manos equivocadas”.