El servicio de secreto israelí Mossad invertirá en empresas emergentes (start-ups) a cambio de mantener la licencia de propiedad del proyecto tecnológico desarrollado, a través del programa de innovación «Libertad» que presentó oficialmente.
«»Libertad» será un brazo adicional de la fuerza tecnológica desarrollada por el Mossad y permitirá su rápida investigación y desarrollo», declaró el servicio de Inteligencia en un comunicado.
A cambio de financiar proyectos de innovación y desarrollo, el Mossad recibirá la licencia de propiedad, «sin imponer restricciones a la tecnología desarrollada ni pagar por estos derechos», aclara.
En la página web www.libertad.gov.il, se publicarán las convocatorias a las que están llamados a presentarse compañías y emprendedores con iniciativas de robótica, cifrado de información, identificación automática (Personality Profiling), entre otras áreas.
«La tecnología es uno de los principales motores de crecimiento de la organización, y es una base para los éxitos y los logros de las operaciones y de la inteligencia», argumentó en un comunicado.
El programa apoyará la investigación en áreas de interés para la agencia de Inteligencia que busca «conectar con la tecnología de vanguardia civil de las empresas emergentes».
«Ya no sólo estamos permitiendo que el Mossad compre productos estándar, sino que lo estamos involucrando en la etapa inicial de desarrollo para que tenga más influencia y más grados de libertad con la tecnología que registra», declaró Eli Groner, director general de la Oficina del Primer Ministro. EFE
Es probable que el Mossad tenga expertos o sepa algunos trucos que no sean de un conocimiento fácilmente accesible, a cambio de facilitar tecnologías y conocimientos a los emprendedores y empresas pueden usar lo que creen que a veces puede servirles al Mossad o mejorarlo. Por ejemplo, hace años borré unos archivos que me hacían falta, probé muchos programas que prometían recuperarlos pero ninguno servía para más que salvar unos trozos, hasta que probé uno, desconocido, pequeño y de pago que recuperó casi todo, la única alternativa hubiera sido enviar el disco duro a una empresa especializada que, salvo casos excepcionales con maquinaria especial, igual no conseguían nada, me quedaba sin ordenador y sin dinero.