El ferrocarril expreso Tel Aviv-Jerusalén no estará listo en abril

Las grandes demoras en la conversión de los trenes a electricidad impedirán el funcionamiento del tren de alta velocidad entre Tel Aviv y Jerusalén a tiempo, según un informe publicado por el Contralor del Estado. Aunque el proyecto de electrificación ferroviaria comenzó hace casi 20 años, el rendimiento de los Ferrocarriles de Israel ha causado retrasos de muchos años en los calendarios. Fuentes profesionales externas predicen que el proyecto se completará solo en 1-2 años, a pesar del anuncio oficial de que la línea comenzará a funcionar en abril de 2018.
Además, un informe de auditoría interna de Ferrocarriles de Israel de diciembre de 2015 sostuvo que la operación de la línea a Jerusalén sería posible solo desde el 31 de diciembre de 2019.
El Contralor del Estado advirtió sobre los riesgos causados ​​por la presión sobre Ferrocarriles de Israel para que se apresuren a terminar el proyecto a tiempo, afirmando que era “susceptible de provocar atajos que afectarían la calidad del proyecto y la seguridad de los pasajeros y aumentarían su costo total, debido a la necesidad de reparar fallas”.
El Contralor del Estado también descubrió que la nueva línea electrificada Akko-Carmiel, programada para marzo de 2016, se retrasaría cinco años enteros hasta diciembre de 2021. La finalización de la conversión a líneas eléctricas de 420 kilómetros de otras vías ferroviarias alrededor de Israel, cuya finalización estaba prevista originalmente para 2019, estará prevista para 2021.
La investigación del Contralor del Estado confirma que Ferrocarriles de Israel había contratado a consultores extranjeros innecesarios en el proyecto de electrificación a un costo de millones de shekels al año. El Contralor del Estado estima que se desperdiciaron 81 millones de shekels pagados a consultores en 2003-2010. Además, el proyecto de 11 mil millones de shekels sufrió el arrastre de los ferrocarriles israelíes, innumerables retrasos y una ausencia de planificación general, e incluso de un estudio de viabilidad económica. Hubo muchos defectos en la licitación para comprar vagones de ferrocarril eléctricos. Ferrocarriles de Israel llevó a cabo negociaciones infructuosas durante 11 años con otras empresas gubernamentales sobre la protección de los conductos de combustible de los efectos de la electrificación, mientras que la falta de una solución para el problema puede impedir el uso de los trenes electrificados. El informe actual es el segundo del Contralor del Estado en el proyecto de electrificación; el informe anterior, publicado en 2014, citaba una serie de fallas en el manejo del proyecto por parte de Ferrocarriles de Israel.
Estas fallas incluyeron la cancelación de la licitación de electrificación en 2008 debido a retrasos en el tren de alta velocidad a Jerusalén, el reemplazo frecuente de funcionarios, la falta de preparación de un plan general, la falta de personal, demoras en la aprobación del plan por parte del Comité de Infraestructura, incumplimiento de cronogramas, falta de mapeo de la infraestructura y falta de revisión de la estimación del proyecto.
El Contralor del Estado observa sin embargo que el estado ha hecho un gran trabajo para avanzar en el proyecto desde el informe anterior.
La nueva línea de alta velocidad Tel Aviv-Jerusalem, en la que se han invertido 8 mil millones de shekels, no puede operarse con locomotoras diesel que emitan partículas que son peligrosas para respirar debido a los largos túneles que impiden una ventilación adecuada.
La electrificación está diseñada para llevar a Ferrocarriles de Israel a una nueva era que llegó a Europa en el siglo pasado. La electrificación permitirá a los trenes viajar a velocidades promedio de casi 50 kilómetros por hora, en comparación con los 33,6 kilómetros por hora en la actualidad.