El ex canciller israelí Shlomo Ben Ami lamentó el incremento de asesinatos de líderes sociales en Colombia «justamente después del acuerdo de paz» firmado el año pasado entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC.
«El asesinato de los líderes sociales ha sido un problema desde el inicio del conflicto y ha sido sin duda uno de los fenómenos más tristes y lo es aún más al ver que persiste después del acuerdo de paz», aseguró Ben Ami en un foro realizado en Bogotá por el Centro Internacional de Toledo, del que es vicepresidente.
Estadísticas de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidades para los Derechos Humanos indican que el año pasado fueron asesinados 64 líderes campesinos en el país, y que en lo que va de 2017 son 9 los que han corrido la misma suerte.
Al foro también asistió el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, que tiene a Ben Ami entre sus asesores en materia de paz, y quien presentó en el acto un «Gabinete del Postconflicto», que tiene como fin asegurar una mejor implementación del acuerdo de paz en las regiones.
Frente a la creación de ese gabinete, Ben Ami considera que es una «decisión administrativa muy sabia ya que se requiere con urgencia llenar el vacío que deja la desmovilización de las FARC con programas específicos en cada departamento para que se atiendan necesidades estructurales como de infraestructura, de salud y de educación».
Asimismo, recordó que el país tiene que luchar contra la corrupción estatal puesto «que sin duda erosiona el apoyo popular hacia el proceso de implementación de paz».
Ben Ami añadió que uno de los retos más grandes para la construcción de la paz en el país no será acabar con la desigualdad social puesto que todos los países han luchado contra ella y nadie la ha erradicado, sino disminuir la pobreza.
«La disminución de la pobreza en las regiones, la disminución de la violencia en el campo y la cultura de miedo que ha dejado como consecuencia» son asuntos «que el Estado deberá trabajar con una política pública eficiente», concluyó el ex diplomático israelí. EFE