El Ejecutivo de Israel trata de impulsar una ley para restarle poder a la Corte Suprema

Naftalí Bennett y Biniamín Netanyahu Foto: GPO Haim Zach

El Gabinete debatirá en los próximos días el controvertido proyecto de ley denominado Cláusula de Anulación, que permitiría a la Knéset (Parlamento) legislar en contra de una sentencia previa de la Corte Suprema de Justicia, y que podría generar una nueva crisis de gobierno de no aprobarse.

El líder del partido religioso nacional Habait Haiehudí (Hogar Judío) y uno de los socios principales del Gobierno, Naftalí Bennett, advertió que dejará de votar junto a la coalición si la ley no es sometida a voto antes del próximo domingo, informó el diario Yediot Aharonot.

La versión propuesta establece que una mayoría simple en la Cámara (61 votos) pueda reactivar una ley que hubiera sido anulada por la Corte Suprema, reduciendo así el control judicial a que está sometido el Legislativo.

El fiscal general del Estado, Avichai Mandelblit, había propuesto que la circunvalación de las sentencias de la Corte requiriese al menos el acuerdo de 70 parlamentarios.

«El Estado de Israel se encuentra frente a una oportunidad histórica para aprobar la ‘cláusula de anulación’ que nos lleve a una reforma en la batalla contra el terrorismo y contra los inmigrantes ilegales, pero también para frenar el exagerado poder del tribunal», declaró Bennett.

«Después de años de retraso, discusiones y comités, ha llegado el momento de actuar. Esperamos que todos los miembros del Gabinete apoyen el equilibrado proyecto», añadió.

De opinión contraria es Gay Luria, investigador del Instituto Israelí para la Democracia, que señaló que «la Knéset (Parlamento) tiene un poder desmesurado en Israel mientras que la defensa de los derechos humanos anda floja».

«Siendo la Corte Suprema uno de sus principales defensores resulta muy problemático restarle atribuciones», aseguró.

El cambio propuesto en las relaciones entre el Poder Judicial y el Legislativo resurgió en los últimos meses cuando el Gobierno buscaba soluciones para el asunto de los inmigrantes africanos que habían entrado a Israel ilegalmente.

A principios de año la Corte canceló un plan del Gobierno de deportar a los inmigrantes forzosamente a un tercer país y poco después Bennett introdujo la propuesta de la cláusula de anulación para evitar que la Corte Suprema contradiga a la Knéset.

El primer ministro, Biniamín Nentayahu, y el titular de Turismo, Yariv Levin, sugirieron sustraer a la Corte Suprema la capacidad para anular leyes pero, tras un encuentro con Madelblit, la coalición de Gobierno acabó proponiendo la cláusula de anulación.

Sin embargo, no todo el Gobierno está de acuerdo y este proyecto cuenta con la oposición del líder del partido de centro Kulanu y ministro de Finanzas, Moshe Kachlón. EFE

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