El doble discurso de Mahmoud Abbás sobre el tema de seguridad

Por Bassam Tawil

Los informes contradictorios que emergen de Ramala en relación con la coordinación en temas de seguridad con Israel sirven como otro recordatorio de la asombrosa hipocresía de los líderes de la Autoridad Palestina (PA).
Israel, por su parte, ha rechazado los informes sobre la suspensión de la coordinación en seguridad con la Autoridad Palestina como otro truco de Abbás.
Mahmoud Abbás y su AP están muy lejos de tener la posibilidad de perder tal alianza de seguridad dado que esta alianza los mantiene apartados de un Hamás hambriento que puede comérselos en tostada para desayunar.
En el 2014 el presidente de la Autoridad Palestina declaró Abbás: “Quiero decir que esta coordinación de seguridad con Israel es sagrada y continuará independientemente de nuestras diferencias políticas”, declaró Abbás en 2014. La declaración de Abbás se produjo en medio de informes sobre un intento de asesinato por parte de Hamás contra el presidente de la AP, frustrado por la inteligencia israelí.
La coordinación de la seguridad es sagrada para el presidente de la Autoridad Palestina, sin mencionar la de sus familiares y altos funcionarios, que sin esa cooperación estarían muertos, encarcelados o forzados al exilio. Abbás aún no se ha recuperado de la pesadilla de 2007, cuando Hamás provocó el colapso de la Autoridad Palestina y se apoderó violentamente de la Franja de Gaza. Lo último que Abbás quiere es una repetición de ese horrible escenario; Miles de sus oficiales de policía y leales de Fatah fueron severamente humillados o bien linchados en público, arrojados de los pisos altos de edificios, encarcelados, o forzados a rendirse o huir a Israel y Egipto.
El último fiasco de la AP comenzó el 21 de julio, cuando Abbás anunció su “decisión de congelar los contactos con el Estado de ocupación (por Israel) en todos los niveles”. El anuncio de Abbás se produjo durante una reunión de los líderes palestinos en Ramala para discutir la crisis que rodea la decisión de Israel de instalar detectores de metales en la entrada del Monte del Templo en Jerusalén. Esta decisión se produjo en respuesta a un ataque armado, ocurrido el 14 de julio, perpetrado por tres árabes-israelíes que resultó en el asesinato de dos oficiales de policía israelíes.
El anuncio de Abbás no se refirió específicamente a la coordinación de la seguridad con Israel. Los oficiales palestinos en Ramala explicaron más tarde que la decisión de “congelar los contactos con Israel en todos los niveles” no incluía la coordinación de seguridad entre las dos partes, que según ellos estiman continúan como de costumbre dado que es necesario y vital.
Luego vino el contragolpe, cuando los palestinos condenaron a Abbás por continuar manteniendo esta coordinación. Los palestinos perturbados por los detectores de metales en la entrada del Monte del Templo cantaron consignas contra Mahmoud Abbás, acusándolo de complicidad con Israel y de no apoyar la campaña para que retiren los detectores de metales.
Los medios de comunicación social tampoco guardaron silencio, palestinos y árabes acusaron a Abbás de ser un peón en las manos de Israel y de los Estados Unidos y demandaron que detenga la coordinación de seguridad y todas las formas de cooperación con Israel. En un intento de contener el furioso resentimiento en las calles palestinas, los colaboradores del presidente de la AP luego aclararon que instruyó a sus comandantes de seguridad a detener las conversaciones con sus contrapartes israelíes en protesta por la instalación de los detectores. Los ayudantes insinuaron que a pesar de la orden, en el campo las cosas iban a seguir desarrollándose de igual modo entre las partes y que la decisión se refiere únicamente a los contactos en las altas esferas. Tema por el cual le costó a Abbás el apodo de “embustero”.
Cuando la presión sobre Abbás se intensificó, envió a su jefe de inteligencia, Majed Faraj, a informar a un periodista israelí sobre el corte de las relaciones con sus contraparte israelíes.El mensaje de Faraj fue dirigido al público israelí con el objetivo de presionar al gobierno israelí y al primer ministro Biniamín Netanyahu para que ceda a las amenazas palestinas y para que elimine los detectores de metales, situación que finalmente el gobierno israelí aceptó hacer la noche de 24 de julio.
Uno se pregunta cuándo la Autoridad Palestina mejorará sus tácticas de miedo. La mejor evidencia de que Abbás siempre engañó a todos con respecto al tema de la coordinación de seguridad es lo que pasó en marzo del 2015, cuando el Comité Central de la OLP (PLO – PCC por sus siglas en inglés *), votó en favor de suspender la coordinación, decisión clave encabezada por el presidente de la AP. No solamente que esta decisión jamás fue implementada, de hecho dicha coordinación se reafirmó y fortificó cuando ambos lados se enfrentaron al un enemigo común, el grupo terrorista Hamás.
Mahmoud Abbás sigue aún jugando su viejo juego de terror en la enfurecida calle palestina, afirmando se cortan todos los lazos con el país vecino, incluyendo el tema de la seguridad. No obstante, esta declaración se opone a las afirmaciones de Israel y algunos funcionarios palestinos que sugieren lo contrario. Funcionarios de seguridad israelíes se rieron de este argumento “ad ignorantiam” o falacia, calificándola de simbólica y diciendo que el tema de la seguridad continúa funcionando telefónicamente.
Entonces, ¿quién toma las amenazas de Abbás seriamente? No Israel, no los americanos y ciertamente no los palestinos. El presidente palestino está atrapado entre dos lugares nocivos, ambos de su propia fabricación. Por un lado, él sabe que la cooperación de seguridad con Israel es su única póliza de seguro para permanecer en el poder y con vida. Por otro lado, es muy consciente de su estatus entre muchos palestinos, que estarían más que felices de reemplazarlo por alguien más a su gusto.
Abbás vive en una tierra de fantasías demoníacas, por un lado afirma el deseo de una solución pacífica a la crisis de los detectores de metales y por el otro incita a su pueblo a asesinar a más y más israelíes.
Fuente: Instituto Gatestone. Bassam Tawil is árabe musulmán radicado en el Medio Oriente.