El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne a las 17:00 horas para discutir los túneles transfronterizos de ataque que el grupo terrorista chií pro-iraní Hezbollah ha excavado desde el sur del Líbano y cruzan al territorio israelí.
“Ha llegado la hora de que el Consejo de Seguridad emplee todos sus medios contra la infraestructura terrorista de Hezbollah que sigue ganando fuerza bajo el Gobierno libanés”, manifestó el embajador de Israel en la ONU, Danny Danon.
El Consejo de Seguridad resolvió reunirse luego que la misión de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés), corroborara la existencia de cuatro túneles en la frontera y afirmara que en esta etapa puede confirmar que dos de ellos cruzan la “Línea Azul”, tras una revisión independiente. UNIFIL destacó que se trata de una “violación de la Resolución 1701” de la ONU que puso fin a la Segunda Guerra del Líbano en 2006. No obstante, el nombre de la organización Hezbollah no es mencionado en el informe de UNIFIL como responsable de la excavación.
«Después de que se realizaron investigaciones técnicas adicionales de manera independiente y de conformidad con su mandato, en esta etapa, UNIFIL puede confirmar que dos túneles cruzan la Línea Azul, una violación flagrante de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU», expresó UNIFIL en un comunicado oficial.
«Este es un desarrollo preocupante y seguimos investigado los túneles, y hemos pedido a las autoridades libanesas que garanticen el cumplimiento de las resoluciones de la ONU», puntualizó la misión de los cascos azules.
En respuesta, el ministro Michel Oren condenó lo que calificó como la “hipocresía de la ONU a raíz del despreciable anuncio de UNIFIL sobre la excavación de los túneles del terror de Hezbollah”.
“Miren si no es asombroso, según la ONU, los túneles de Hezbollah que fueron excavados dentro de Israel se excavaron ellos mismos. La UNIFIL admite que los túneles violan la Resolución 1701, pero por alguna razón Hezbollah no se menciona en el informe”, apuntó Oren, al tiempo que añadió que «Esto es una prueba más del descalabro moral de la ONU y la necesidad de Israel de enviar sus mensajes más cuidadosamente al mundo».