El camino de la legitimidad de Hamás: ¿qué nos perdimos?

15 enero, 2017

Gastón Saidman *

La mañana del viernes 15 de junio del año 2007, las calles de Gaza vivieron un revuelo que cambió la realidad política palestina. Este suceso se basó en el conflicto que desde el 2006 se vivía en la franja de Gaza entre dos bandos, Fatah y Hamás.

La rivalidad entre estos dos nació ya en los años 80’s y se fue desarrollando con el transcurso de los años, pero ese viernes algo sucedió frente nuestros ojos: dicha organización que hasta el momento era considerada una organización terrorista comenzó a tomar posiciones significativas como el control de la principal carretera norte-sur y la carretera de la costa.

Aunque por el año 2006 Hamás ganó las elecciones, esto no fue un obstáculo para sus opositores del Fatah quienes comenzaron con una ola de eventos agresivos con la intención de despojarlos del poder, este conflicto duró hasta el 2007 y para nuestra sorpresa con la victoria del Hamás, que no solo tenía sus raíces ya en el gobierno, sino que ahora se consideraba una fuerza militar frente a la cual el Fatah no se preparó, o mejor dicho, subestimó al igual que al resto del mundo.

La historia de Hamás, es la típica historia en la que el mundo occidental no quiso ver cómo se fue fortaleciendo y, por no tener en cuenta ciertos aspectos de comportamiento dentro de la comunidad palestina, no supo descifrar lo que se estaba desarrollando dentro de la misma.

Para empezar, promocionada por los Hermanos Musulmanes, se creó dentro de las mezquitas la llamada institución Dawa, esta institución tiene como objetivo introducir a la comunidad musulmana a la predicación a través de diversas actividades en el marco social, educación, bienestar, caridad y deporte. La primera institución Dawa llegó a Gaza a principios de los años 70’s, entre sus primeros alumnos y activistas voluntarios que lograron cautivar, se encontraba Áhmed Yasín, quien 15 años mas tarde sería el líder e imagen espiritual de la famosa organización terrorista en cuestión, Hamás.

Bajo la misma doctrina de Dawa, Áhmed Yasín creó en el campamento de refugiados “Shati” localizado al norte de la franja de Gaza, una institución a la cual llamó “Centro Islámico”. Esta institución no tardó mucho en consolidarse ni se les complicó recibir apoyo económico por parte de los Hermanos Musulmanes y miembros de la misma organización que residían en Europa y Estados Unidos.

Con el transcurso de los años 80’s y principio de los noventa, Israel junto con el resto de las potencias occidentales aportaron al desarrollo del Centro Islámico, otorgándoles un estatus legal. La fantasía fue que de esta manera podrían ganar en dos terrenos, el primero conseguir que dicho centro tome la responsabilidad dentro de los sectores mas débiles en la sociedad, y un reemplazo a la organización que en su momento era considerada una amenaza, la OLP. Dentro de los eventos que fortalecieron al Centro Islámico, fue la indiferencia del mundo cuando este tomó el poder de la Universidad Islámica, la misma fundada por Yasser Arafat, que representaba su más grande orgullo.

Quien fuera el Ministro de Seguridad de Israel en su momento, el difunto Itzjak Rabin, solía reunirse en sus oficinas de Tel Aviv con representantes del Centro Islámico, a estas reuniones también se incorporaban militares de alto rango los cuales como Rabin veían en este Centro una alternativa positiva con la cual podrían cooperar en el futuro.

Por el año 1988, y ya comenzada la primera Intifada de la mano del Hamás, el Dr.  Mahmud az-Zahar, miembro del Centro Islámico, siguió frecuentando la oficina de Rabin, con el objetivo de derivar inversiones israelíes a los medios públicos palestinos utilizando al Centro Islámico como mediador. Meses después de estas reuniones, en donde Israel, asesorado por Occidente, y sin analizar que realmente se estaba fomentando la violencia en el suelo palestino, el mismo Centro Islámico declaró su convención junto con Hamás, pidiendo la destrucción de Israel.

Debemos recordar que el mismo Centro Islámico, del cual sus miembros más tarde se convertirían en parte orgánica del Hamás, nacieron de las clases sociales que representaba el sistema Dawa, siendo ya una sólida organización representante por llamarla de alguna manera del pueblo, el Hamás trabaja desde las escuelas, hospitales y mezquitas, que con el tiempo utilizó como escudo frente a los enfrentamientos con Israel y, si nos ponemos a pensar llegada la hora en cada conflicto el dilema de atacar o no, Israel tuvo siempre que tener en cuenta como país y ejército moral, mas de una vez cómo mantener una guerra con el menor daño a la población palestina, esto llevó a diversos gobiernos israelíes hasta prevenirse de seguir agrediendo pero esto fue percibido desde otro punto de vista. Esta actitud fortaleció a Hamás quien utilizó a su favor la vista gorda del mundo para poder trabajar libremente, dejando bien en claro que esto fue con una libertad que se les dio por parte del mundo occidental al no querer ver hasta dónde podía afectar su accionar.

Hoy en día, Hamás sigue expandiendo su influencia de la misma manera, astuta, lenta, planificando estrategia hasta el punto que la misma ONU realizó una comisión para analizar si se debe considerar o no a esta organización como terrorista. ¿Cómo podríamos alertar al mundo de esto? ¿Cómo parar el hecho factible que de aquí a 20 años, Hamás tenga oficialmente sucursales en otras partes del mundo?  Quizás ya estén comenzando su camino.

* Grupo Amora de analistas de Oriente Medio

 

 

Compartir
Subscribirse
Notificarme de
guest
12 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios