El director del Departamento de Investigación del Banco Central de Israel, Michel Strawczynski, expresó que la baja de impuestos dificultará el cumplimiento de los objetivos de déficit en los próximos años.
Los recortes de impuestos reducirán las tasas impositivas de manera permanente y, por lo tanto, dificultarán el cumplimiento del objetivo de déficit en los próximos años, dijo Strawczynski, haciéndose eco de la postura oficial del Banco central, como lo expresó su presidenta, Karnit Flug, quien dijo el mes pasado que “si bajamos los impuestos ahora, tendremos que aumentarlos en 2019”.
Strawczynski dijo que una consideración adicional que pesa contra los recortes de impuestos es el hecho de que la economía israelí está en pleno empleo, por lo que la reducción de los impuestos tendría poco efecto en la actividad económica. Añadió que no se requieren medidas especiales en el presupuesto para alentar la actividad económica, ya que la economía está en una senda de crecimiento constante.
El ministro de Finanzas, Moshé Kahlón, aún tiene que decidir cómo distribuir un superávit fiscal de 16.000 millones de shekels o más en el presupuesto de 2017 derivado de las transacciones únicas de la venta de la participación controladora en Keter Plastic (1.200 millones de shekels) y la venta de Mobileye (4.100 millones), así como la recaudación de la Autoridad Tributaria de Israel que reunió 13 mil millones de shekels en impuestos por encima de lo pronosticado.
Se cree que Kahlón elegirá usar la mayor parte del dinero para reducir la deuda del gobierno, y que el resto se utilizará para beneficios fiscales temporales, como aumentar el número de puntos de crédito fiscal para las parejas jóvenes que trabajan. Kahlón ya ha anunciado la abolición de los derechos de aduana que ascienden a 140 millones de shekels anuales.