El Archivo Mitrokhin revela que la KGB se infiltró en las altas esferas de Israel

26 octubre, 2016

Documentos del conocido como Archivo Mitrokhin demuestran que la Unión Soviética estuvo infiltrada en las altas esferas políticas y militares israelíes desde los años cincuenta, según una investigación exclusiva del diario Yediot Aharonot.

Al menos tres diputados, varios altos oficiales del Ejército -entre ellos un general de la Junta del Estado Mayor-, ingenieros en los proyectos más sensibles y hasta un oficial del servicio de contraespionaje formaban la red que trabajó para la KGB en Israel a partir de los años 50 y 60.

La investigación, que será difundida el próximo fin de semana pero de la que el diario ofrece un avance, se basa en documentos que forman parte de la colección de papeles y notas de Vasili Mitrokhin, archivista para el servicio de inteligencia extranjera y el Primer Directorio del KGB.

Con la ayuda de servicios de espionaje extranjeros, Mitrokhin consiguió sacar documentos e informes copiados a mano que había acumulado a lo largo de 30 años y que han servido para conocer los métodos y operaciones de la KGB hasta la desintegración de la URSS.

El diario ha tenido acceso al archivo, que se encuentra en Cambridge, y asegura que la URSS consiguió infiltrarse en las altas esferas gubernamentales, políticas y militares de país.

«Uno de los principales objetivos de los rusos eran los partidos políticos en Israel», escribe el destacado comentarista Ronén Bergman, que afirma que la URSS llegó a tener hasta tres agentes -todos ellos diputados y uno miembro de la Comisión de Seguridad y Exteriores- en la formación socialista Mapam.

Otras actividades de espionaje estaban enfocadas a la incipiente industria israelí y los proyectos de infraestructuras nacionales, entre ellos el Acueducto Nacional, por aquel entonces uno de los proyectos más secretos del país por las ramificaciones que podía tener para el reparto de agua en la región o ser bombardeado por enemigos árabes.

En cuanto a los proyectos militares más avanzados, la KGB también consiguió tener al menos un agente en el «Proyecto Laví» -un avión de combate de fabricación local que se inició en 1980- y en el del tanque Merkavá, aún operativo en su versión IV.

También consiguió infiltrarse en la unidad de contraespionaje, dependiente del Shabak, y hasta en la Junta del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, donde tenía a un general como informador.

Según el diario, el caso del general, cuya identidad no ha dado a conocer, fue revelado a Israel por la Inteligencia británica en 1993, poco después de que el Archivo Mitrokhin llegara a Londres.

«El servicio de contraespionaje no me reveló el nombre del general, pero entendí la conmoción que causaba la información facilitada por los británicos. Debido al estado de salud de ese general y al bochorno que podría causar en Israel, se decidió no actuar contra él ni llevarlo a juicio», dijo al periodista un ex miembro de los servicios secretos.

El general, según esta fuente, murió poco después y el caso se cerró para siempre. EFE

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