La gran mayoría de los israelíes piensa que la retirada de los detectores de metales en la entrada al Monte del Templo de Jerusalén, a raíz de las protestas masivas de los feligreses musulmanes, constituye una capitulación por parte del Gobierno, señala una encuesta publicada por el Canal 2 de la televisión.
El 77 por ciento de los encuestados dijo “sí” a la pregunta si la retirada de los detectores de metal constituye una capitulación mientras que el 17 por ciento respondió que “no” y el seis por ciento “no sabe”.
La encuesta fue hecha en base a una muestra representativa de 502 adultos israelíes.
A los encuestados también se le preguntó su opinión sobre el manejo del primer ministro, Biniamín Netanyahu, de la situación. El 77 por ciento calificó su actuación como “mala”; mientras que el 23 la tachó de “buena”.
Mientras que el manejo de la situación por parte del Gobierno fue ampliamente criticado; la mayoría de los encuestados apoyaba la decisión inicial de instalar detectores de metales en la entrada al Monte del Templo.
La encuesta revela que el 68 por ciento acordaba con la decisión de desplegar los detectores de metal, el 23 por ciento no estaba de acuerdo y el nueve por ciento respondió que no sabe.
Los detectores fueron colocados tras el ataque terrorista del 14 de julio pasado. Ese atentado fue perpetrado por tres árabes israelíes, con armas de fuego que habían ingresado clandestinamente al Monte del Templo. Los tres terroristas asesinaron a dos policías israelíes que custodiaban el ingreso al sitio sagrado.
Anteriormente, los detectores de metal estaban emplazados solamente en la Puerta de Mughrabi, la entrada para los no musulmanes (por ejemplo judíos).
A pesar de que Israel retiró los detectores de metal y las cámaras; los feligreses musulmanes continúan con los disturbios y las protestas, negándose a entrar al recinto del Monte del Templo.