Un diputado árabe del Parlamento (Knéset) reconoció ante la Policía que introdujo una docena de teléfonos celulares a dos terroristas presos -un árabe israelí y un palestino- y apeló a razones humanitarias para tratar de justificar su proceder.
El diputado Basel Ghattas, del Partido Balad, integrado en la coalición Lista [Árabe] Conjunta, era investigado desde el domingo por el ingreso ilegal de doce teléfonos móviles, tarjetas SIM y mensajes encriptados a dos terroristas árabes encarcelados en Israel, uno de ellos por el secuestro y asesinatos del soldado Moshé Tamam, de 19 años, en 1984 -cuando se dirigía a su casa cerca de Natania-, y fue interrogado durante cuatro horas.
Fuentes de la investigación dijeron a los Canales 1 y 2 de la televisión que se le enseñaron a Ghattas fotos de una cámara en las que se le ve haciendo entrega de los teléfonos a los presos y que este reconoció haberlo hecho alegando razones humanitarias.
Un portavoz oficial de la Policía declinó comentar la información y afirmó que «cuando se autorice alguna confirmación oficial», la dará.
«Por el momento la investigación continúa y no sabemos nada de ella», dijo.
Cristiano de origen árabe, el diputado ha desencadenado una ola de condenas en todo el espectro político.
El líder de su propio partido, Ayman Odeh, pidió esperar a que concluya el procedimiento judicial antes de «condenarlo».
«Son acusaciones muy graves y lo correcto sería que dimitiera», dijo una fuente del mismo partido, que representa a la minoría árabe del país, un 20 por ciento de la población.
A raíz del caso, una comisión interna del Parlamento (Knéset) prohibió, a instancias del Ministerio de Seguridad Interior, las visitas que realizan los diputados a presos condenados por delitos contra la seguridad del Estado y por terrorismo. EFE y Aurora