La policía argentina detuvo al hijo de una de las dos turistas israelíes que desaparecieron hace dos semanas en Argentina, después de que afirmara que podrían haber sido víctimas de una venganza, informaron fuentes judiciales.
Las hermanas Lily Pereg y Pyrhia Sarusi, de 54 y 63 años, llegaron el pasado día 12 a la ciudad de Mendoza, en el oeste del país, donde habían ido a visitar a Nicolás Gil Pereg, que vivía en Argentina desde hace años; y desaparecieron a las pocas horas.
Este jueves, el hijo de una de ellas declaró a la agencia estatal Télam que podrían estar secuestradas y que «alguien que puede haber venido de Israel fue detrás de ellas para hacerles daño», aunque también opinó: «O puede ser alguien que me odia acá, en la provincia, para vengarse de mí».
Tras estas palabras, el hombre de 36 años fue arrestado este viernes, y la fiscal del caso, Claudia Ríos, explicó: «Sorprende lo que dijo y lo vamos a hacer comparecer para que explique qué quiso decir», y añadió que «nada se descarta» en el caso.
Gil Pereg, la última persona de la que se tiene constancia que vio a las dos mujeres, ya había declarado ante los investigadores, y no mencionó puntos como los que trasladó posteriormente a los medios; el sábado será interrogado nuevamente, y la fiscal ya avanzó que si se tratase de un secuestro, el caso sería competencia de la Justicia federal.
Hace una semana, la casa del hijo de la mujer desaparecida ya fue registrada por la policía, en un operativo de unos 40 agentes y perros especializados en la búsqueda de personas, pero que finalizó sin encontrar rastros de las dos ciudadanas israelíes. EFE