La Policía española detuvo en Madrid a tres presuntos jihadistas marroquíes, uno de ellos «extremadamente peligroso» y al parecer integrante del Estado Islámico (EI), informó el Ministerio de Interior.
Las fuerzas de seguridad consideran que el presunto miembro del Estado Islámico, de 32 años, es «una clara amenaza para la seguridad» de España y su perfil coincide con el de los terroristas recientemente implicados en los atentados del Reino Unido y Francia.
El detenido había recopilado gran cantidad de material formativo del Estado Islámico para cometer atentados, así como documentos dirigidos a adoctrinar a potenciales terroristas en técnicas sobre el manejo de armas y explosivos, hasta cometer acciones de martirio.
La Policía ha detectado contactos de este individuo, a través de las redes sociales, con miembros activos del Dáesh (Estado Islámico por su acrónimo en árabe) ubicados en zonas de combate en Siria e Irak.
En su faceta de adoctrinamiento, el detenido pretendía captar a personas de su entorno para que llevaran a cabo «la jihad violenta» en España.
Esa es la situación en la que parecían encontrarse los otros dos detenidos, de 33 y 38 años, con quienes convivía el principal arrestado y a quienes estaba iniciando en las prácticas terroristas, según la Policía española.
Esta operación se enmarca en la estrategia policial española para la rápida detección y neutralización de individuos muy radicalizados, paso previo a la comisión de actos terroristas.
Desde que España elevara el 26 de junio de 2015 a 4 el nivel de alerta antiterrorista, las fuerzas de seguridad han detenido a 172 presuntos terroristas jihadistas. EFE
Una realidad que parece a venido a quedarse en Europa.