Fuentes egipcias informaron que dos intentos de la rama local Estado Islámico para asesinar al presidente de Egipto Abdel Fattah al Sisi, fueron recientemente desbaratados.
Según los reportes, los intentos de asesinato de al Sisi habían sido planeados para que se llevaran a cabo durante su peregrinación a la Meca en Arabia Saudita y en Egipto.
El fiscal del Estado formuló el acta de acusación en un tribunal militar contra 292 personas sospechosas de conformar 22 células terroristas afiliadas al Estado Islámico en la península de Sinaí. Según el diario Al Ahram, habían recibido instrucciones de altos cabecillas del grupo terrorista.
El fiscal añadió que el complot para asesinar a al Sisi en la Meca incluía la participación de empleados del Hotel Clock Tower en el Abraj al Bait, el edificio más alto de Arabia Saudita y el tercero más alto del mundo. Sin embargo, el presidente egipcio no era el único que estaba en la lista de blancos de los terroristas. Las autoridades indicaron que descubrieron planes que incluían el asesinato del príncipe de la Corona Saudita, Muhammad bin Nayef.
Los reportes indican que como parte de la conspiración, en el reino saudita, uno de los sospechosos procesados sugirió que su esposa perpetrara un ataque suicida con un cinturón explosivo para desviar la atención de los oficiales de seguridad del asesinato de al Sisi, que le seguiría poco después.
En el segundo complot se cree que está involucrada una célula de oficiales de la policía egipcia conocidos como los “oficiales barbudos”, que fueron relevados tiempo atrás de sus puestos de comando.