El índice de precios de las viviendas publicado a principios de este mes mostró un aumento del 1,3% en los precios durante el mes septiembre, por lo que es claro que la crisis de la vivienda todavía está instalada en el país, a pesar de los ocho años consecutivos de aumentos de precios.
Pero este no es el único punto que preocupa al Equipo Especial de Viviendas del Ministerio de Economía. Otro punto preocupante es que después de la desaceleración de la actividad constructora en el 2015, un cuadro similar se espera para el 2016.
Estos dos años de escasez siguen a cinco años en el que se había producido un fuerte crecimiento en el ramo.
Esto significa que el ritmo de construcción de viviendas se ha reducido considerablemente, obstaculizando los esfuerzos del gobierno para poner un freno sobre los precios inmobiliarios. De hecho, la tendencia es ya evidente este año, con una caída del 10% en el número de viviendas terminadas en comparación con los dos años anteriores.
La herramienta utilizada para medir el volumen de la producción en la construcción residencial fueron los datos sobre la inversión interna bruta, publicados trimestralmente por la Oficina Central de Estadísticas. Esto refleja el valor de toda la producción en la industria de la construcción residencial. Estas estadísticas muestran que hubo un aumento del 54% en el valor de la producción de la industria entre 2010 a 2015 – a partir de 50 millones de shékels (12,9 mil millones de dólares) a 76,7 millones de shékels.
Desaceleración de la actividad constructora en el 2016
