Cuando menos se piensa, salta la liebre del antisemitismo

15 febrero, 2017

ESCRIBEN NUESTROS LECTORES
José Ignacio Rodríguez *
Los refranes son una fuente del saber popular, que nos llevan a comprender ciertas ideas de una forma jocosa, divertida e incluso lacerante. El conocido refrán “Cuando menos se piensa, salta la liebre” hace referencia a que ciertos acontecimientos pueden ocurrir en el momento menos esperado. En cualquier lugar u ocasión puede saltar la libre y sorprendernos. El refrán nos avisa de estar preparados de que en cualquier momento puede ocurrir lo inesperado, por muy advertidos que estemos.
En estos días pasados en Israel he tenido la oportunidad de experimentar de primera mano la vivencia de recorrer, en parte, las calles de algunas ciudades de Israel. La moderna Tel Aviv se eleva con esos majestuosos edificios, que por todas partes se siguen construyendo. Una ciudad con grandes oportunidades de negocio, estudios y formación especializada. Una ciudad que se mueve palpitante al compás de grandes compañías tecnológicas, de carácter internacional, que buscan los grandes talentos de los productivos jóvenes israelíes.
Todo un reto para los emprendedores que quieren superarse, progresar y alcanzar objetivos de excelencia profesional. Un lugar de creatividad, en donde las mentes más despiertas desarrollan grandes o pequeños proyectos de alta tecnología, a la sombra de las ya nombradas compañías tecnológicas. Todo lo que se pueda decir, de la creatividad israelí, se queda corto ante la monumental realidad de los grandes avances, que facilitan y salvan la vida de millones de personas en el mundo entero. La potencia creativa de Israel está en los genes de todos los judíos.
Algunos cuando oyen, leen o visionan, por medio de los modernos medios de comunicación, la realidad creativa de Israel, se retuercen en sus asientos de ira, rabia y odio antisemita. No estoy exagerando estimados lectores. En este viaje a Israel hice algunas grabaciones, que he subido a mi canal personal, y que han tenido una serie de reacciones esperadas e inesperadas en forma de comentarios. Un sencillo video mostrando los lugares turísticos de Israel ha sido suficiente, para hacer saltar la liebre del antisemitismo.
Los amigos de Israel tenemos la obligación ética, moral y espiritual de dar luz al mundo por medio de la esplendorosa realidad del moderno Israel. Aunque nosotros no dijéramos nada, no escribiéramos, ni publicáramos videos, el Pueblo de Israel seguiría iluminando a las naciones en todos los campos, científicos o tecnológicos, que analizáramos. La bendición del Cielo sobre Israel, para ser luz a las naciones sigue vigente y tal vez con más fuerza, hoy más que nunca, en toda la historia.
Lamentablemente “cuando menos se piensa, salta la liebre” del antisemitismo envuelto o encubierto también de una falsa espiritualidad, que justificaría tan aberrantes posicionamientos contra Israel, los judíos y los amigos de los judíos. En medio de esta corriente maligna de juicios y prejuicios contra Israel están incluso algunos, de los que se llaman nuestros amigos.
No podemos dar por hecho de que entre nuestros propios amigos todos estén, a favor de Israel. Las liebres saltan cuando menos se espera y hay que estar preparados para presentar batalla dialéctica en la defensa del Pueblo del Libro. La guerra dialéctica hace que las liebres antisemitas salten de sus oscuras madrigueras y corran por el espacioso campo, que lleva al precipicio de la perdición. No te sorprendas si cuando defiendes a Israel salta la liebre del antisemitismo incluso en el campo de la amistad.
*  Mi reciente canal personal en defensa de Israel se puede encontrar en Youtube bajo el nombre José I. Rodríguez

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