En el juicio sobre la ampliación de la detención de Ilan Attal, uno de los empleados del IAI (Industrias Aeroespaciales de Israel) sospechosos de chantajear, amenazar a empleados de la compañía, la policía confirmó que “hay un mayor interés en la investigación dirigido hacia el ministro de Bienestar, Haim Katz y el partido Likud”.
Se sospecha que Attal formaría parte de un aceitado mecanismo que involucra grupos de presión, intimidación y amenazas a los empleados para que se afilien al Likud, y pertenecía a un grupo conocido por los trabajadores del IAI como “los soldados de Haim Katz”. Una de las pruebas de la policía indicó que las amenazas estaban relacionadas con el perjuicio en los salarios y las promociones de los empleados si no se afiliaban al Likud.
De acuerdo con los allegados del IAI, en enero, con el un clima de elecciones nacionales inminentes debido a las investigaciones contra el primer ministro Biniamín Netanyahu (Likud), y la disputa en el gobierno sobre la futura Corporación de radiodifusión, los “soldados de Haim Katz” renovaron la campaña de afiliación del Likud entre los empleados, a pesar de que saben que el acto es ilegal.
Según fuentes cercanas a la compañía, la última movilización provenía del hecho de que el número de empleados que se registraron Likud se redujo de 8.500 a 3.000 y Katz trató de aumentar el número.
Al parecer, esta era la forma en que Katz utilizó su enorme poder político, ya que hace 20 años es el secretario del consejo de trabajadores del IAI, y esta es la razón por la que muchos no se atreven a neutralizar su impacto en la gestión de la empresa.
“La imagen que surge a partir del material de investigación recopilada es una atmósfera de miedo constante y una verdadera preocupación por el futuro del empleo en el IAI”, dijo el juez de distrito de Rishon Lezion Amit Michaels. “Los sospechosos son parte del mismo grupo que siembra el miedo y el terror a los empleados del IAI”, añade la sentencia preventiva de Attal.