El propietario judío de un negocio de Kiryat Ono fue arrestado por vender fuegos pirotécnicos por el valor de 103.500 shékels, a un hombre del este de Jerusalén consciente de las intenciones de los compradores de dañar a las fuerzas de seguridad, residentes y lugares judíos.
El intermediario que se ocupaba de esta transacción comercial, también fue arrestado. En un total de tres hombres, incluido el comprador, quedaron bajo la custodia policial luego de la investigación policial encubierta durante meses de duración.
El Ministerio de Trabajo ha revocado la licencia comercial de la tienda luego del arresto.
El sospechoso es conocido por la policía y compró antes fuegos de artificio, en otro comercio de propiedad judía, con los mismos propósitos. El vendedor, en esa oportunidad de Ashdod, también admitió conocer los propósitos de su cliente.
Disparar pirotecnia contra las fuerzas de seguridad se ha convertido en un hecho habitual en el este de Jerusalén, lo que provocó en muchos casos que la policía realizara oleadas de detenciones para detener a sospechosos.
En el último incidente, la policía arrestó no solo a los perpetradores sino también a los proveedores. El abogado del presunto intermediario, dijo: “Estamos hablando de un asunto legal que ha sido desproporcionado por la policía de Israel. Mi cliente, que no tiene antecedentes penales, compró los fuegos artificiales legalmente para uso personal. La acusación de que supuestamente estuvo involucrado en un comercio ilegal de explosivos carece de fundamento”.■