Cooperación internacional, sistemas de alerta temprana y monitorización continua son algunas de las nuevas estrategias para proteger el ciberespacio, entre las que también se incluyen los «ciberescudos», como el que empezará a construir Israel en un par de semanas para detectar ciberamenazas de forma proactiva.
Afrontar mejor los ataques a los que se exponen las empresas y los Gobiernos en el mundo actual hiperconectado, cada vez más «inteligentes» y sofisticados, centra la mayor conferencia anual sobre ciberseguridad que se clausura en Israel.
Frente a las amenazas crecientes, en los próximos meses se construirá un «ciberescudo» en Israel para la detección y mitigación de ciberamenazas, con un plazo de dos años aproximadamente para concluirlo, porque el ciberespacio se ha convertido en «uno de los principales campos de batalla» para los enemigos.
Así lo explicó Yigal Unna, jefe de la Dirección nacional de ciberseguridad en Israel, entidad dirigida a coordinar las acciones de los distintos departamentos del Gobierno en este ámbito, ante un reducido grupo de periodistas en el marco de esta conferencia mundial de ciberseguridad en Tel Aviv.
La escasa superficie del país y su aislamiento geográfico condicionado por la costa y el desierto lo convierten en candidato idóneo para disponer de un «ciberescudo» protector, añadió Yigal Unna.
El desarrollo de una ley sobre ciberseguridad que comenzará ahora su tramitación junto con el apoyo a la cooperación entre departamentos y con las agencias responsables de esta materia en el resto de países, frente a aquellos Estados que colaboran con ciberterroristas, son las otras dos patas en la que se sustentarán las próximas estrategias en esta materia en Israel.
Los responsables de las agencias nacionales de ciberseguridad participantes en la conferencia, como Reino Unido o Singapur, insistieron en el mensaje del primer ministro, Biniamín Netanyahu, en favor de una mayor cooperación internacional frente a las ciberamenazas globales, y siempre con el respeto a ese espíritu «libre y abierto» que dio vida a internet y que consideran irrenunciable en cualquier estrategia de ciberdefensa democrática.
También apoyó una política de alianzas internacionales y homogeneidad regulatoria frente al cibercrimen la experta Latha Reddy, antigua asesora nacional en seguridad de la India y ahora presidenta de la Comisión Global de estabilidad del ciberespacio.
La automatización de ciberamenazas con inteligencia artificial en la era digital exige nuevas estrategias para protegerse más allá de los convencionales antivirus o sistemas cerrados, rápidamente obsoletos, y de antiguos métodos basados sólo en la capacidad de reacción tras un ataque, pero sin planes de prevención ni protocolos adicionales, coinciden empresas y gobiernos.
Sólo el lavado de dinero por cibercrimen supone anualmente entre el 3 y el 5 por ciento del Producto Nacional Bruto global (PNB) en el mundo, según datos facilitados en la conferencia.
El imparable «internet de todas las cosas» -también de «todos los peligros»-, según expertos, junto con la facilidad de acceso a un mar de datos que supera al de los creados hasta ahora en toda la historia de la Humanidad, así como la ilimitada conectividad desde cualquier dispositivo móvil dispararán aún más los riesgos en internet.
Todos coinciden en ello: los responsables de multinacionales como Intel, IBM, Microsoft, Check Point o McAfee, expertos de la industria aérea de distintos países, de compañías de automoción, departamentos oficiales de diversas infraestructuras críticas nacionales o reguladores.
También preocupa en el sector la creciente aplicación de «la inteligencia artificial» con la automatización de procesos para manipular opiniones y conseguir que las personas realicen acciones que otros quieren sin que los afectados sean conscientes de ello.
Así ocurrió con la consultora Cambridge Analytica, vinculada a la campaña electoral que dio la victoria al presidente estadounidense, Donald Trump, tras utilizar datos de usuarios de Facebook a los que accedió sin consulta previa, como se ha recordado en la conferencia.
En este ámbito de la privacidad, los expertos debatieron también sobre cómo garantizar aplicaciones que mejoren el bienestar social y la prosperidad de las economías respetando una identidad personal en internet mucho más vulnerable por el fácil acceso a los datos y el análisis automatizado de los mismos con las nuevas tecnologías. EFE
El peligro de la red es el mismo que hará 10 años o más, además de los cyberataques, están los grupos de trolls que se dedican a manipular la opinión pública a través de internet, hace tiempo que se viene notando y no sólo a nivel de estados como Rusia, parecen unos energúmenos que vanalizan el fascismo, el nazismo o el racismo hasta en diarios online de izquierdas, cuando es prensa con ideologías que no tienen nada que ver con estos elementos, o están pagados o existe alguna desconocida llamada a la tontería en masa. Pero a nivel más técnico sí hay algunos cambios significativos en los últimos años que son motivos de más preocupación, el Internet de las Cosas, los cacharros tecnológicos conectados permanentemente a internet, como lavadoras, alarmas, cafeteras, etc., para esto las compañías de telecomunicaciones ya están comercializando nuevas líneas móviles para alquilar junto con cada dispositivo a cambio de una cuota mensual, o también está la versión económica de conectar al router de casa, el problema es que es probable que estos dispositivos con conexiones permanentes tengan fallos de seguridad y su software no se actualice, entonces un hacker puede atacar por ejemplo las cámaras de vídeovigilancia. El blockchain o seguridad distribuida sin un control centralizado, puede provocar cambios en las relaciones comerciales y de la administración, por ejemplo en los nuevos bancos denominados fintech, con tarjetas de débito prepago para viajar sin comisiones o con las más bajas posibles, también pueden cambiar divisas entre sus usuarios sin comisiones, pero también los errores de seguridad, que pueden ocurrir directa o indirectamente en los sistemas basados en blockchain, puede provocar que por ejemplo un hacker robe información médica del sistema público o de un hospital. La Inteligencia Artificial también está metiéndose de lleno en la vida de los usuarios, una de sus aplicaciones son los cada vez mejores traductores de páginas web, los subtítulos y traductores de vídeos en Youtube, o las aplicaciones de traductores de voz en vivo para móviles, o en seguridad la IA puede encontrar patrones para optimizar los bloqueos que se pueden hacer contra los cyberataques. Pero los malos no se quedan quietos, hace unos años una empresa de alquiler de ordenadores online bloqueó las direcciones de correo de un grupo que se dedicaba a ganar dinero con el spam o correo basura, y a continuación lanzaron contra los servidores de esta empresa el mayor cyberataque conocido de la historia hasta ese momento, también podrían usar una aplicación de la Inteligencia Artificial para mejorar los ataques, o el blockchain se hizo popular con las monedas virtuales como el bitcoin que utilizan los criminales para no ser detectados o también para blanquear dinero, o los trolls pueden centrarse en manipular a la opinión pública para no utilizar el Internet de las Cosas o los pagos rápidos con el móvil y tarjetas contactless, ya que el uso de estas tecnologías facilita el control del fraude y de los grupos criminales.
Perdón, se escribe banalización. Precisamente ayer ocurrió en España el último gran escándalo judicial relacionado con esto, cuando un juzgado permitió salir libres a los acusados de violar a una joven en la fiesta de Sanfermín después de haberlos sentenciado a una pena ridícula. Es un juzgado de la «rarita» región de Pamplona donde el Opus Dei causa estragos y ya hace muy pocos años sentenció con la pena mínima a un médico asesino de una joven también durante Sanfermín porque era el hijo de una conocida familia de postín de el Opus Dei, pero esta vez debe existir un interés más complejo o simplemente se trate de machismo rancio de ultraderecha, ya que entre los acusados están ultras del club de fútbol del Sevilla, de extrema izquierda, aunque también uno es un policía Guardia Civil, tradicionalmente los policías españoles más ultraderechistas. A la víctima la violaron tras drogarla con una de las drogas de moda para ir de fiesta y que criminales utilizan para dejar a las personas sin voluntad, y que se pueden encontrar fácilmente a través de vendedores de internet o incluso es posible obtener estas sustancias de forma casera. Desde entonces estos trolls españoles se han dedicado a apoyar a los violadores, publicaron en internet los datos personales de la víctima, la denigran y menosprecian su credibilidad constantemente, sacan de contexto declaraciones del juicio en las que la víctima consentía que todos la penetraran bucal, vaginal y analmente, sin mencionar nunca que estaba bajo los efectos de esta potente droga. Acusan a los medios de manipuladores, y señalan a las feministas de estar detrás de la campaña que pide penar a los acusados, feministas a las que llaman «feminazis», un juego de palabras en el que asocian nazis con las feministas de izquierdas, banalizando así a la vez el nazismo y abstrayéndose de las ideologías extremistas que muchos profesarán pero ideologías que saben todavía tienen muy mala imagen.