Brunner, el nazi más buscado, murió en Siria en 2001

18 enero, 2017

El Mosad logró herirlo con una carta bomba
Aloïs Brunner, el dirigente nazi más buscado en las últimas décadas, responsabilizado del asesinato de 128.500 judíos, vivió 40 años en Siria a la sombra del clan Al Asad y murió en Damasco en diciembre de 2001 a los 89 años, publicó la revista francesa “XXI”.
A cambio del amparo de los Al Asad, transmitió su saber hacer como consejero político, indicó la revista, según la cual ese «pacto de sangre» se tejió en los años sesenta y sobrevivió a su muerte. Había perdido un ojo y los dedos de su mano izquierda como resultado de unas cartas-bomba presuntamente enviadas por el Mosad.
Nacido en 1912 en Rohrbrunn, en el Imperio Austro-Húngaro, el oficial nazi llegó a ser la mano derecha de Adolf Eichmann, quien estuvo a cargo de la ejecución de la llamada “Solución Final” para exterminar a los judíos europeos.
Como responsable de la delimitación de los guetos y las deportaciones a los campos de exterminio, Brunner es directamente responsabilizado del asesinato de 128.500 judíos, y en las últimas décadas era por ello el nazi más buscado.
16naziLa revista “XXI” dice haber basado su investigación en entrevistas “exclusivas” con tres sirios de las unidades secretas encargadas de su protección en ese país.
La publicación señala que huyó a Siria en 1954, tras haber sido condenado a muerte en rebeldía por el Tribunal de las Fuerzas Armadas de París.
En un primer momento, Brunner trabajó allí con el nombre de Georg Fischer, en la sociedad Orient Trading Company (Otraco).
El pacto con los Asad, según la fuente, se cerró en 1966, de la mano del futuro presidente de Siria entre 1970 y el año 2000, Hafez Al Asad, a su vez padre de Bachar, el actual dictador sirio. La naturaleza de su trabajo era desconocida, aunque se especula que pudo haberlo asesorado en técnicas de represión y tortura.
“Lo emplearon y dieron residencia. Eso era conocido, pero los desafíos geopolíticos fueron más importantes. Los responsables diplomáticos tenían otras prioridades que comprobar su presencia y acción en Damasco”, explicó el autor de la investigación, Hedi Aouidj, en la emisora “France Inter”.
El reportero apuntó que murió en 2001 en ese sótano, “solo, porque había sido abandonado por Bachar al Asad”. “Ese régimen es como la mafia. Lo dejaron ahí diciendo que tal vez lo necesitarían más tarde”, concluyó.
Los servicios secretos occidentales e israelíes le habían perdido la pista hacia 1992, después de haber dado unos años antes sendas entrevistas a la revista austríaca “Bunte” y al “Chicago Sun Times”. En ambas reiteró no tener remordimientos por sus crímenes y afirmó que haría otra vez lo mismo si tuviese la oportunidad. EFE y Aurora.

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