“Bibi y Sara Netanyahu exigían personalmente los regalos”, según la asistente de Milchan

El primer ministro Biniamín Netanyahu con su esposa Sara y su hijo Yair junto con la actriz Kate Hudson y el productor Arnon Milchan Foto: Avi Ohayon GPO

La situación del primer ministro, Biniamín («Bibi») Netanyahu, en las investigaciones policiales parece complicarse. Hadas Klein, asistente personal de los empresarios Arnon Milchan y James Packer, manifestó, en su testimonio en el caso de los regalos ilícitos (también conocido como el “Caso 1000”), que los obsequios no fueron ofrecidos por los multimillonarios; sino que fueron pedidos por el primer ministro y su esposa Sara, según los informes del Canal 2 y el Canal 10.

«Sarah pedía cajas de seis o doce botellas de champaña», precisó. «Bibi (Netanyahu) pedía cigarros y también sabía de las cantidades de champán que su esposa recibía. El chofer de la empresa viajaba especialmente a Jerusalén para suministrar los cigarros y el champagne».

A raíz de la amistad entre los empresarios y el matrimonio Netanyahu, Klein desarrolló una estrecha relación con el primer ministro y su esposa. Su testimonio, por lo tanto, es considerado clave por la policía.

Klein proporcionó a los investigadores ejemplos de solicitudes inusuales. Por ejemplo, cuando se precisaba reparar una filtración en la casa del primer ministro, indicó que Sara llamó exigiendo que fuera un supervisor de construcción contratado por los multimillonarios, y dirigiera al personal de la Oficina del Primer Ministro sobre cómo tratar la filtración.

«Fue una conversación difícil. Sarah me gritó», subrayó. «(Sara) Netanyahu quería que el supervisor de la construcción que trabaja con Packer y Milchan fuera a asesorar al personal profesional de la Oficina del Primer Ministro sobre la filtración.

«Yo no estaba de acuerdo, y entonces me gritó que Milchan y yo estábamos humillándolos a ella y a Bibi al no aprobar las cosas que supuestamente les están permitidas.

«A las pocas horas, Netanyahu llamó, dijo que no estaba bien lo que ellos (Packer y Milchan) estaban haciéndole a (Sara), y que tienen que entender por lo que está pasando a causa de los medios de comunicación, y que lo revisó con un asesor legal y ‘todo está permitido'».

Cuando se le preguntó sobre el comportamiento de Sara y su estado mental, Klein dijo que «Sarah tenía miedo de las escuchas telefónicas, y cada vez que reclamaba cosas, pedía hablar solamente por teléfono fijo o encontrarse cara a cara», y agregó que la señora Netanyahu «me gritó varias veces por los regalos».

En cuanto a la cuestión del pago y su distribución, Klein dijo que Milchan compartió los costos de los regalos con Packer. También testificó el uso generalizado de la casa de Packer por parte de Netanyahu y su familia.

«La familia Netanyahu solía utilizar la piscina de Packer y pidió al administrador de la casa que les prepare comida, incluso cuando él no estaba allí», afirmó.

El testimonio de Klein es fundamental para la investigación del Caso 1000, debido a que estaba a cargo de la distribución de los regalos para el matrimonio Netanyahu y debido a su estrecha relación con ellos. La policía lo considera como muy confiable, debido a que ella no es sospechosa de ningún delito.

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