Un beduino de alrededor de veinte años fue detenido tras arrebatarle el arma a un guardia de seguridad de una empresa de turismo de Beer Sheva, en un lo que se sospecha que pudo haber sido un incidente de índole nacionalista (terrorista).
El guardia salió a revisar el correo cuando el sospechoso lo atacó violentamente por la espalda, le arrebató el arma y le hirió. Luego, huyó de la escena.
La policía cerró todos los accesos a la ciudad y se lanzó a la búsqueda del sospechoso.
Una hora más tarde, policías de civil detectaron a un joven caminando rápidamente en un centro comercial (shopping) de la ciudad. Cuando le dieron la voz de alto, trató de escapar, pero lo atraparon tras una breve persecución.
El arma, manchada con sangre, fue encontrada escondida en su cuerpo.
El sospechoso fue derivado para su interrogatorio.
La policía destacó que “la rápida y determinada reacción de los detectives condujo al arresto del sospechoso y desbarató la posibilidad de que usara el arma para dañar a civiles”.
Como lo describen hubo premeditación. Los guardias deben estar atentos a este tipo de ataques para desarmarlos y obtener un arma para asesinar más gente