Un terrorista palestino, de 18 años, de la zona de Nablus, en Samaria (norte de Cisjordania), abrió fuego en el centro de Israel, con una metralleta de fabricación casera; pero durante el ataque el arma se le trabó y el cargador se le cayó, lo que le impidió seguir disparando. Los transeúntes comenzaron a perseguirlo hasta que se metió en una tienda de costura, donde lo atraparon.
El terrorista comenzó a abrir fuego en la calle Baron Hirsch de Petaj Tikva contra las personas que esperaban en una parada de autobuses y las que circulaban por el mercado. Impactos de bala fueron detectados también en el autobús de la línea 87. Luego, giró hacia la calle Montefieri, siguiendo con los disparos, y después hacia la calle Jovevei Tzíon. De allí salió a un pasaje donde se encuentra el negocio de costura; mientras los transeúntes lo perseguían.
Varios peatones comenzaron a acecharlo cuando se dieron cuenta que se le cayó el cargador. En la tienda de costura comenzó a atacar con un destornillador afilado, hasta que los civiles lo neutralizaron –entre otras cosas le arrojaron una máquina de coser y una silla en la cabeza-. Testigos oculares relataron que cuando estaba reducido en el suelo gritaba “Socorro, ayuda”.
El terrorista palestino provocó heridas moderadas a dos personas y leves a otras tres, con el destornillador. A su vez, el agresor palestino sufrió heridas moderadas. Fuentes palestinas identificaron al atacante como Sadak Nasser Abu Mazen, de 18 años, domiciliado en la localidad de Beitah al Fuqa.
Un testigo señaló que se trató de un gran milagro. Comenzó el ataque abriendo fuego cada seis o diez segundos en todas direcciones, y no logró hacer blanco en nadie.