Alemania investiga a nonagenaria nazi que participó en la “marcha de la muerte” a Bergen-Belsen

Prisioneras agotadas de Bergen-Belsen llevan a los muertos en mantas fuera de las barracas para depositarlas al aire libre para el entierro Foto: F.L Clyb Hughes Dominio Público Wikimedia

La Fiscalía general alemana ordenó volver a investigar el caso de Hilde Michnia, una nonagenaria acusada de participar en 1945 en un traslado de presas al campo de concentración de Bergen-Belsen, una «marcha de la muerte» en la que centenares perdieron la vida.

La Fiscalía de Hamburgo archivó el expediente el año pasado a sus investigaciones al no hallar pruebas o testigos vivos, pero la Fiscalía general le ha instado a reabrirlas y seguir buscando.

Un oficial de la SS frente a un camión con cuerpos apilados tras la liberación de Bergen Belsen Foto: Sargento Oakes Wikimedia Dominio Público
Un oficial de la SS frente a un camión con cuerpos apilados tras la liberación de Bergen Belsen Foto: Sargento Oakes Wikimedia Dominio Público

La acusación sostiene que Michnia, que fue miembro de las SS hitlerianas, participó como guardia en una de las «marchas de la muerte», cuando, en los últimos compases de la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi comenzó a trasladar a miles de prisioneros de campos cercanos al frente a otros en el interior de Alemania.

Apellidada Lisiewicz de soltera, presuntamente acompañó en enero de 1945 a las presas «evacuadas» desde un campo de trabajo situado en la Polonia ocupada a Bergen-Belsen, en el actual estado alemán de Baja Sajonia, pasando por la localidad de Guben.

La mujer, que hoy vive cerca de Hamburgo, reconoció en su día haber realizado el primer tramo de aquella caminata, los sesenta kilómetros hasta Guben, pero sostuvo que cuando la columna de mujeres continuó su mortal marcha hacia el interior de Alemania ella se fue a visitar a su madre durante un mes.

Dr Fritz Klein, doctor nazi del campo, parado en una fosa común de Bergen Belsen Foto: sargento Harry Oakes Wikimedia Dominio Público
Dr Fritz Klein, doctor nazi del campo, parado en una fosa común de Bergen Belsen Foto: sargento Harry Oakes Wikimedia Dominio Público

Se estima que en el trayecto de 400 kilómetros murieron 1.400 de las 2.000 mujeres que emprendieron la marcha, de hambre, agotamiento o a balazos al intentar huir, pero la Fiscalía no pudo probar que Michnia acompañara a las presas.

Michnia se reincorporó al campo de Bergen-Belsen a comienzos de marzo de 1945, donde trabajó en las cocinas hasta que el 15 de abril el recinto fue liberado por los británicos, que la encarcelaron junto a los otros trabajadores.

En noviembre de 1945, fue condenada a un año de prisión por un juzgado militar.

En marzo de 2015, salió a la luz una larga entrevista que se encontraba en los archivos de Bergen-Belsen, en la que la mujer relata, por ejemplo, el día en el que los británicos obligaron al personal del campo a enterrar los miles de cadáveres que se pudrían al aire libre.

«¡Ah, sí! Fíjese, lo había olvidado por completo. Un buen día nos dicen: a cargar cadáveres. Y ahí vimos cuántos cadáveres había. Nuestro comandante del campo, Kramer, no debería haberlos aceptado. ¿Por qué permite que le coloquen los muertos?», contó. EFE

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