Agradecimientos

Pablo Sklarevich
Recientemente, el presidente sirio Bashar al Assad alabó a Rusia, a Irán  y al grupo libanés chií Hezbollah por su apoyo al régimen de Damasco a lo largo de la guerra civil en el país árabe.
“Su apoyo directo, político, económico y militar, ha hecho posible avances en el campo de batalla y reducido las pérdidas y pesos de la guerra”, aseguró.
Pero probablemente, en un arrebato de ingratitud, Assad se olvidó de mencionar al ex presidente norteamericano, Barack Obama.
El ex mandatario norteamericano no sólo se abstuvo de bombardear al régimen de Assad cuando, en agosto de 2013, sus efectivos mataron a más de mil personas con el agente químico sarín en Ghouta oriental, en la periferia de Damasco, violando una línea roja que Washington había impuesto. También gracias al acuerdo nuclear de las potencias mundiales con Teherán, la República Islámica pudo liberarse de las sanciones internacionales que la ahogaban, y financiar la costosa guerra en Siria, con la introducción de armamentos masivos y numerosos grupos y abundantes mercenarios libaneses, iraquíes, afganos, paquistaníes, e incluso de Sri Lanka, que ahora son percibidos como una amenaza para la frontera con Israel.
Más aún, los analistas sugieren que Irán está destinando los dineros y esfuerzos orientados, en un principio a su proyecto nuclear, hacia su programa de sofisticados misiles balísticos.
Ben Rhodes, el asistente y -según The New York Times-  aparente ventrílocuo de Obama, se jactó de la creación junto con su entonces jefe de una “cámara de resonancia” para promover el acuerdo nuclear. La ridícula manipulación mediática giraba en torno al argumento bipolar de que la alternativa al pacto nuclear era la guerra.
Ya lo dijo Winston Churchill, sobre Neville Chamberlain, poco después de su infame pacto de “apaciguamiento” con Hitler, el 29 de septiembre de 1938, en Múnich:
“Se te ofreció elegir entre la deshonra y la guerra; y elegiste la deshonra, y también tendrás la guerra”.
Siguiendo este razonamiento, Ben-Dror Yemini en las páginas del diario Yediot Ahronot argumenta que Obama eligió la deshonra; pero posiblemente sea Israel quien se vea probablemente afectado por la guerra.